Capítulo 744
Capítulo 744
Capítulo744
-Ponte la ropa-las venas en la parte posterior de la mano de Alejandro, apretando el puño, parecían a punto de estallar, sus anchos hombros temblaban de ira, e impotencia.
En esta situación, él no podía explicar nada, solo podía irse de inmediato.
-¡Voy a llamar a tu hermano mayor para que venga y te lleve de regreso! -dijo sin siquiera mirar hacia atrás mientras se preparaba para irse.
-Hermano Alejandro, no… ¡no te vayas! -Jimena se lanzó hacia él con gran rapidez, abrazándolo
fuertemente desde atrás, su cuerpo desnudo se pegaba indecentemente a él, como si quisiera
fundirse con él. -Hermano Alejandro… tengo mucho miedo, estoy tan asustada. Por favor, no te
vayas, ¿está bien?
Alejandro la miro y con gran desprecio le ordenó fríamente: -Suéltame.
-No… ¡No lo haré!
Jimena no se rindió, frotando su cuerpo contra la espalda amplia y masculina de él, liberando
feromonas masculinas sin restricciones, llevando su audacia hasta el final. Desde que era
pequeña… nunca he tenido novio, mi cuerpo está limpio y nunca ha sido tocado por nadie… Ahora
que has visto mi cuerpo, no puedes evadir tu responsabilidad, Alejandro.
-¿Responsabilidad? ¿De qué?
Alejandro fríamente curvó los labios, su expresión era extremadamente seria. -En esta vida, solo
seré responsable de una mujer, Clara.
Con eso, él apartó con fuerza los brazos de Jimena que lo rodeaban, giró su cuerpo y se liberó
fácilmente de ella.
Jimena no podía competir con un hombre de 1.90 metros de altura, y fue derribada directamente
sobre la cama por su fuerza bruta.
En un abrir y cerrar de ojos, Alejandro ya había salido de la habitación.
-Alejandro. Me desnudé y me ofrecí a ti, pero ni siquiera me miraste… ¿Por qué… por qué? – This is property © of NôvelDrama.Org.
Jimena golpeó furiosamente la cama, con rabia y desesperación. Con su cabello despeinado,
parecía una loca estimulada.
Alejandro estaba furioso y cansado, mientras caminaba hacia la puerta y la abría de un tirón.
-¡Señor Hernández! ¡El señor Hemández ha salido!
Al instante, el rostro perplejo de Alejandro fue devorado por los deslumbrantes flashes de las
cámaras.
En la puerta de la habitación, había varios periodistas bloqueando el camino, sosteniendo cámaras
y tomándole fotos frenéticamente a Alejandro.
La respiración de Alejandro se detuvo por un momento, su hermoso rostro fue completamente
impactado por los deslumbrantes flashes. Sus labios temblaban ligeramente, su pecho parecía
estar aplastado por una pesada roca, casi incapaz de respirar.
-Las cosas han llegado a este punto y hasta ahora lo entiende.
Desde que recibió esas fotos, ha sido arrastrado a una terrible trampa cuidadosamente preparada.
No, esta trampa tiene muchas lagunas si uno piensa detenidamente.
Sin embargo, la persona detrás de todo esto supo exactamente cómo jugar con sus sentimientos
por Clara, e incluso predijo que no podría mantener la calma por ella. ¡Un paso en falso y todo va
mal!
-Hermano Alejandro… ¡Ah! ¿Cómo… hay gran cantidad de periodistas aquí?
En ese momento, Jimena fingió estar desconcertada y confundida, con un hombro semidesnudo y
solo cubierta por una toalla blanca salió del dormitorio con total desvergüenza.
Su apariencia de pájaro asustado y confundido era tan realista que era asombroso.
-¿Es la hija de la familia Rodriguez, Jimena?
-¡Es Jimena! ¡Es ella! ¡Rápido, tomen fotos, esto es una gran primicia!
-Alejandro y Jimena tuvieron una reunión nocturna en un hotel y compartieron una habitación.
Jimena ni siquiera llevaba ropa, jesto es realmente explosivo! ¡Impactante, realmente de último
momento!
Jimena se escondia timidamente detrás de Alejandro, como si dependiera de él y estuviera
protegida por él.
Alejandro tenia el rostro pálido como la muerte, gotas de sudor caían lentamente por su rostro
tallado como si fuera un cuchillo.
-¿Señor Hernández, está teniendo una relación con la señorita Jimena? Si no, ¿cómo es que ambos
están en una habitación de hotel?
-¡Señor Hernández, admita abiertamente! Ambos son adultos, ¡no hay nada de qué avergonzarse!
-¡Señorita Jimena, tal vez usted podría decirnos cuál es exactamente la relación entre ustedes dos!
-Fuera.
La mirada de Alejandro era fría y amenazante, su voz estaba llena de ira, sombría como un trueno
distante. ¡Todos, lárguense de aquí, ahora!