Esta Vez, ¡No Perderé!’

Capitulo 316 

Capítulo 316 

Martin, quien decidió enfrentarse con puños, terminó en peores circunstancias, siendo arrestado de verdad. Beatriz corrió a la estación de policia para sacarlo de ahl. Después de todo, siendo la hija biológica de Osmar, explicó que su padre padecia de trastornos mentales y tenia el hábito de difamar a los demás. Como testigo presencial, vio claramente que Osmar fue quien inició la agresión y Martin sólo se defendió. Como parte de la familia afectada, tras la explicación de Beatriz, Martin fue liberado. 

Martin estaba furioso: “¡Es 

una atrocidad que me hayan arrestado!” 

Al recibir la noticia, Osmar, temeroso de que Beatriz, su desagradecida hija, pudiera volver a confrontarlo, decidió empacar algunas cosas y salir de viaje solo, Beatriz, igual de molesta, condujo a Martin a casa. Al llegar a la casa de los Moselnco, la madre de Martin estaba anslosa. Esther habla llegado temprano para acompañar a la madre de Martin, y sorprendentemente, Mauricio también se habla enterado y estaba alli. 

Al ver a Beatriz y Martin volver sanos y salvos, la madre de Martin suspiró aliviada: “Ya es muy tarde, siéntense, voy a preparar algo delicioso para comer! This content provided by N(o)velDrama].[Org.

La mirada de Mauricio se posó en Beatriz. Beatriz, sin darle mayor importancia, abrazó a la madre de Martin: “Lamento haberles causado preocupación.” 

“No hay problema, este muchacho siempre ha sido un imprudente que busca problemas desde pequeño, dijo la madre de Martin mirando a Martin, “quédate con Bea y Esther, voy a cocinarles unas empanadas. Mauri, tú también quédate.” 

Martin entonces notó a Mauricio: “¿Qué haces aquí?” 

Ellos asistieron al mismo colegio y compartieron algunos amigos en común. Cualquier noticia sobre Martin rápidamente llegaba a Mauricio a través de estos amigos. 

Pero Mauricio no estaba ahi por Martin. Hablan sido buenos amigos hasta que Mauricio decidió estar con Fiorella, lo que enfrió su relación. Martin siempre se inclinó hacia Beatriz, viendo a Mauricio como alguien. que cambiaba de bando fácilmente. En teoria, Mauricio debería alegrarse de los problemas de Martin. Pero hacía mucho que no vela a Beatriz. 

La chica que solia girar a su alrededor, que venía con una simple llamada, ahora ignoraba todos sus intentos de contacto. En cierta manera, Mauricio sentía resentimiento. No podia creer que Beatriz lo hubiera olvidado por completo. Ni que, después de todo, ella siguiera eligiendo a Javier sobre él. Con voz algo ronca, Mauricio dijo: “Tengo algo que decirle a Beatriz.” 

Martin estaba visiblemente molesto: “Mauricio, deja de molestar, ve con tu Fiorella. Bea no quiere hablar 

contigo.” 

Esther siempre había despreciado a Mauricio, pero se había mantenido al margen por el buen corazón de la madre de Martin. Ahora, viendo a Martin hablar, Esther también se animó a confrontarlo: “¿Qué tienes que decir? Antes dijiste que Beatriz no era tan buena como Fiorella, que Beatriz preferia sus estudios a ti, quel era vanidosa y materialista. ¿Ahora quieres retractarte de tus palabras?” 

Mauricio parecia perdido en sus pensamientos. ¿Realmente habia dicho cosas tan hirientes a Beatriz? Parecia haberlo hecho. Pero sus recuerdos eran borrosos. Después de que Beatriz y Javier comenzaron su relación, lo que más recordaba Mauricio era cómo ella, durante sus estudios, lo miraba a escondidas, incluso cuando trataba de ocultar sus sentimientos con orgullo, pero el afecto aún se filtraba a través de sus miradas y gestos. 

Después de regresar a su país, ella explicó una y otra vez que no es que no quisiera quedarse, sino que no quería decepcionar a la familia que la había criado. 

La chica que una vez fue su amor platónico durante sus estudios, que se mostraba distante y reservada, 

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terminó luchando por su atención y compitiendo con celos contra otras chicas, tendiendo trampas a Fiorella para ganar su favor. 

Sin embargo, llegó un momento en que Beatriz ya no quiso ser herida por él, no quería escuchar sus reproches, alejándose poco a poco de su mundo. Ella ya no sentia celos, ni tampoco le importaba él: 

Mauricio siempre pensó que Florella era una sustituta adecuada, que algún día podria reemplazar completamente a Beatriz, convirtiéndose en alguien incluso mejor que ella. 

Pero luego se dio cuenta de que nadie podría tomar el lugar de Beatriz en ese momento.